Hablaré aquí de Luís Oróz muchas veces.
Su voz es única y después de leerla o escucharla deja ese regusto a bueno en el paladar de la memoria.
Vuelvo a recordar el comentario de Iben Lorenzana al poema de Vicente Martín cuando dice que hay que saber disociar entre el poeta y lo que escribe. Tal vez tenga razón pero como mi forma de leer poesía es puramente emocional, no sé ni quiero hacerlo.
En el caso de Oroz la disociación es imposible una vez que se ha conocido al poeta.
Luís es exactamente igual que escribe. Su gran persona transmite la misma serenidad, la misma paz y la misma modestia que su gran poesía.
Los grandes suelen ser así ya desde pequeñitos.
4 comentarios:
emoción absoluta al oirte recitar a Oroz, Amparo. Me pasa como a ti, solamente percibo el arte desde la pura emoción. Para qué sino ha de servir éste. Gracias, Luis, por crearlo y a ti, Ampa, por apreciarlo de ese modo. Mi abrazo a ambos.
Sag.
gracias, locuela castellana, por añadir al mismo tu sentir
Vuelvo aquí, pues tu blog se torna muy interesante, cuando hablas de tantos poetas que tienes la fortuna de conocer personalmente. En todo caso, como haces referencia a uno de mis comentarios que como tu misma afirmaste “se quedó cojo”, pues por algún escrúpulo en este blog sin escrúpulos (sonrisas) cambiaste tu introducción al poema de Vicente Martín. Entonces que quede claro, amiga mía y sabes como te aprecio, para que no haya malas interpretaciones: En ese caso, yo no comentaba el poema de VM, sino tu (borrada) introducción…
De alguna forma uno disocia más fácilmente (pero ni siempre) cuando no conoce personalmente a los poetas y era un poco a eso que yo me refería. Algunos creadores en cualquier campo del arte consiguen una cierta ósmosis entre sus pensamientos, su propia personalidad y actitudes. Otros no, digamos que casi la mayoría no lo logran. Son hecho innegables. A rigor, yo me concentro en lo que admiro e intento no asociar demasiado sus actitudes (tendría mil ejemplos como arquitecto, en una profesión, nada desprovista de vanidades (sonrisas). Digamos que en ese caso que yo comentaba, uno se evita “tomar partido” en conflictos virtuales, guerras de poema que solamente los “contrincantes” entienden, como lo describes en tu post de los poetas que se pelean a golpes de versos.
Todo esto me hace sentirme “más ligero”. Te paso un pequeño garabato que escribí el otro día (en portugués) en la servilleta de un bar, después de visitar un museo.
MAIS LEVE
Tudo começa a ser mais leve
os pesos já se ausentam lentamente
levam-se todos os mistérios e as desgraças
nossas as alegrias, nossos prantos, nossos amores
De repente tudo carece de importância.
Que bueno que Luis Oroz sea todo lo que dices, como persona, pues realmente es uno de los poetas que uno, como lector, consigue apreciar y admirar de verdad. Luis es un poeta que destila honestidad. El poema y tu voz en él lo hacen más sublime. Aplausotes a los dos.
Iben Xavier
Un abrazo Sagrario, pásame la dire de tu blog.
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Emilio ¿cómo va la niña y el abuelete?...oño que raro me suena llamarte abuelete. Muic.
Tenemos que hablar y esto es una orden.
Mira que te llamo mientras trabajas eh??
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