jueves, 24 de julio de 2008

David Coll





Hablando de las formas de recitar tengo que hablar de David Coll.
David, además de ser hijo de José Luis Coll (nunca podrá quitarse el sambenito de hijo de) es el director de una tertulia de Poesiapura en el café Gijón a la que me gustaría asistir con más frecuencia pero que el hecho de vivir en una provincia como Zamora -que impide casi todo- me lo impide.
Mi queridísimo Madrid está muy lejos algunas veces.

La última vez que le ví me dijo: El otro día no vino nadie, estuve solo.La gente prefiere estar en la terrazas por el buen tiempo.

Sentí pena porque para David la poesía es su vida. Tiene una voz muy grave y prodigiosa, muy varonil que tiene que aprender a usar mejor.
David viste de negro siempre y le gusta hablar de la muerte en su personaje Gore pero le encanta la vida de colorines cuando se le olvida actuar.
Me resulta inmensamente tierno a su pesar.
David es sobre todo espinelista y sonetista.
Mirad, esto lo escribió a raiz de que por un problema en la Página de Poesiapura se borraran las cientos de décimas escritas por diferentes poetas (incluida yo) a una invitación suya a "decimar"

La Muerte nos ha robado
las décimas que escribimos
mas si su golpe sufrimos
no está todo abandonado.
En nuestro Verso Sagrado
jamás morderá el olvido
porque somos un latido
del Amor Universal
y en la Poesía Inmortal
brilla siempre lo perdido.


Es todo un personaje este señor y me encanta y me divierte. Es un poeta puro.

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