lunes, 21 de julio de 2008
Poeta con zapatos de tacón
Hoy me he puesto el traje fuego de autoestima
he dibujado mis labios de inmensa pasión carmín
y subida a unos tacones imposibles de charol
me he lanzado calle abajo manteniendo el equilibrio.
Es muy fácil mantenerlo a tanta altura
porque la gente parece inventada, más pequeña
más bajita, más minúscula que yo.
Desde aquí no tienen ojos,
solo hombros donde portan
como hormigas derrengadas sus miserias
...y cráneos calvos desiertos abrasados por el sol.
La línea de su mirada queda fuera de mi alcance
y la soberbia me invade y me trepa como hiedra.
Me gusta la percepción de poder que da la altura.
¡Ya no me vuelvo a calzar la humildad, ni zapatillas!
Soy genial desde aquí arriba, un pedazo de poeta
super supercalifragilistica-es-pialido-sa.
¡Ay, qué bien!
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