No sé qué he hecho mal pero he borrado las entradas de ayer.
En una decía que Poesispura ha vuelto a abrir la puerta y sigue tan campante de lo cual me alegro a pesar de haberme dejado engañar como a una china.
La otra era una carta dirigida a un amigo y la vuelvo a colgar porque quiero que la lea a pesar de que un anónimo me recriminaba diciendo que se la enviara directamente al correo y me dejara de mensajitos adolescentes aquí.
Que sepa el anónimo que cuelgo las cosas donde quiero y que un blog es un diario al fin y al cabo. A los adolescentes nos gustan los diarios :)
Ahí va la carta de nuevo.
Querido amigo:
De repente, he dejado de quererte y estoy sorprendida. Nunca antes me había ocurrido una cosa así.
Nunca pensé que se pudiera dejar de querer a alguien de repente y estoy muy preocupada. Estoy tan preocupada como cuando de repente se desencadena una tormenta de repente.
Ya sé que digo muchas veces “de repente” pero es que ha sido así: de repente. Ha sido tan de repente que se me ha caído el libro que había prometido enviarte y que tenía en las manos mientras escribía la dedicatoria .
En ella te decía que eras importante para mí a pesar de no habernos visto nunca todavía, de no haberte servido de cicerone por los baretos literarios de Madrid, de no haberte llevado al Gijón para que pudieras criticar abiertamente a ese movimiento literario que tu llamas “neogeriátrico” en el que me metes a saco mientras ríes.
Sé que voy a extrañar tu risa de perro Pulgoso, tus llamadas perdidas para que te llame porque eres ochocientoseurista y yo sin embargo riquísima, porque me gustaba oír tu voz díficil y el consejo sobre libros de un soñador; por el juego de hacerte creer que puedes manipularme cuando me dices que estás sólo y que caes fatal a todo el mundo y que por eso me llamas.
Creo que precisamente eso es lo que ha hecho que de repente dejara de quererte.
Me gusta que me quieran por las razones más peregrinas que se te puedan ocurrir pero nunca porque me necesiten. Tengo que protegerme de mis propios sentimientos y a veces como ahora, tiene que ser así; de repente.
Siempre tuya.
6 comentarios:
Muy lindo. Muy mujer. Pide razones peregrinas, pero a veces necesitamos escuchar nosotras que nos digan que nos necesitan. Para vivir. Para alguien. Aunque sea una pulguita, o una planta. Algo.
Un gran beso, sensiblona -como yo-
RINOA
Yo no soy ese amigo, pero no me siento por eso tampoco desdeñado ni desquerido por ti. ¡Eres incorregible Bleti! A mí no me llega tu blog tan de repente porque se cómo escribes, desde hace un par de adolescencias, en mi caso digo, no en el tuyo, que continuas afortunadamente en la primera. Y que sea por muchos años.
Pícaro, irónico, sincero, hermoso..., hasta en lo fingido.
Un abrazo.
Bueno, esto es como los reality shows donde la señora lleva a su marido a la tele para decirle que la tiene harta y el marido le responde que porqué no se lo ha dicho en casa, jajaja. Bad i like´it.
Lo que pasa es que estos son asuntos internos y no me gusta mucho meterme en asuntos internos, jajaja
Pero las cosas de repente duelen mucho. Mejor ve finiquitando paulatinamente durante un periodo de un año.
Que no Rinoa, que si alguien te dice que te necesita es sólo eso: Te necesita, le haces falta.
A la gente hay que quererla por lo que sea, hasta porque sí simplemente, sin más motivos o por motivos difíciles o imposibles de explicar pero no por una necesidad.
Puedo vivir sin que me necesiten pero no sin que me quieran.
Un beso Rinoa y gracias por venir
Para ser un chico eres listo Santiago jejjee. Es broma.
Sí, todavía le quiero un poquititititito.
Un beso.
Pues vaya yo opino lo mismo, a la gente hay que quererla porque si, no por necesidad que necesidades los húmanos tenemos sólo de comer y beber agua y en las dos podemos aguantar bastantes dían antes de desaparecer...
q tonterías digo.
Gracias por tus palabras en mi "blos" bleti Eres un sol
Coño! eres de Madrid!!;)))
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