lunes, 4 de agosto de 2008

Rosa Buck





Desde luego Rosita, creo que nunca te perdonaré esta putada.

No, no se hacen así las cosas que lo sepas.
La gente como tú no debe irse de repente.
No puede decidir: Hala con Dios, ya me he cansado,
me traslado a esa parte con muchas más estrellas
y con vistas a un cielo que no tenéis vosotros.

Que no mujer, que no
que no y que no y que no.
Que lo has hecho muy mal y que te has ido
porque te dio la gana
o tal vez tras la voz de algún ángel sin rostro.


Rosita en cuanto pueda voy a comprarme este ángel de Nicoletta que tanto te gustaba y le pondré tu nombre

1 comentario:

Néstor Morris dijo...

Mira tú...que ya me tenía medio jodido esto del foro y viene a darse un penón como el que se dio...
Es tiempo -al menos- de recreo.
(total, a los amigos, sé donde encontrarlos)
Un abrazo.