Santiago Redondo dijo a esa castaña mía de soneto con el que le repondí:
Querida Amparo, como poeta, sabes que apenas se necesita una simple disculpa para decir en verso, y yo creí encontrarla en tu cerrojo de ida y vuelta; perdóname de veras si he llegado a herir tu sensibilidad, jamás fue esa mi pretensión, ni por asomo. Tu aparente fuerza y dureza femenina y mental, tu sensibilidad lírica y tu mundo grande, quizá me llevaron a pensar, que a ti, precisamente a ti, nada podría llegar a hacerte daño, y menos una broma. Tal vez toqué tu fibra más sensible, la de la amistad traicionada, para mi un argumento lírico, para ti un pecado imperdonable. Yo sólo trataba de jugar con la palabra y a ti sólo te quedaba la sensación de duelo. Perdónale a mi boca, que me la guardo y te dejo, como prenda, la disculpa en labios de mi pluma.
Me pudo el verbo macho de cabrío,
que tú defines bien; perdí la boca
y desde la emoción que se equivoca
interpreté tu amago en descarrío.
Desde el respeto, siempre, al albedrío
de esa enorme mujer que nos provoca,
entono el “mea culpa” pues me toca,
y redimo en perdón mi desvarío.
Fue la ignorancia en mí de esos asuntos
que nublaron tu blog por un momento,
y el ver a todos esos vates juntos
llorando de clausura en tu convento
razón de mis aciagos contrapuntos.
Sereno vuelvo a ti; y me arrepiento.
Hoy sé que no era cuento,
pero todo este asunto me ha servido
para leerte en verso más bruñido.
Un abrazo, siempre.
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¡Qué bonito Santiago!
Me haces trabajar como a una negra. Venga, lo intento pero dime si esto que te pongo es un soneto o no. Yo creo que no cumple reglas pero suena a soneto.Al óido digo.
Va:
No sabe usted señor como agradezco
tomar desde su boca la miel pura
del beso de amistad que me procura
su pluma imprescindible. No merezco
disculpa ni canchal si mi cordura
se pone en entredicho y la locura
aflórame y a veces comparezco
extraña, incontenible y desfallezco.
Mi boca es de mujer y no se ajusta
más que a mi corazón sin armadura
en esta condición tan femenina.
que a veces se confunde y difumina
con la piel de un limón, la ralladura,
por agrios comentarios sibilina.
¿¿Va a ser que no verdad??
Oye Santiago que sepas que........bueh que no te digo nada porque ya lo sabes.
Un abrazo fuerte.
2 comentarios:
No sabe usted señor como agradezco
tomar desde su boca la miel pura
del beso de amistad que me procura
su pluma imprescindible. No merezco
disculpa ni canchal si mi cordura
se pone en entredicho y la locura
aflórame y a veces comparezco
extraña, incontenible y desfallezco.
Mi boca es de mujer y no se ajusta
más que a mi corazón sin armadura
en esta condición tan femenina,
que a veces se confunde y difumina
con la piel de un limón, la ralladura,
por agrios comentarios sibilina.
Claro que es un soneto Amparo, catorce versos endecasílabos perfectos, con acento obligado al menos en sexta sílaba, dos cuartetos y dos tercetos, o similar, y además innovando en cuanto a estructura. Mira sino la distribución de tus rimas: ABBA BBAA CBD DBD. Se aprecia tu vena clásica en la dicción, esa que escondes, casi siempre, detrás de tus aparentes frivolidades.
Perdóname de nuevo, no quiero monopolizar ni tu tiempo ni tu espacio, ya sabes que por algunos círculos no tan lejanos a éste la rima hiere, y el soneto hiede, por eso –siempre con tu permiso- cierro el verso y vuelvo a la prosa, aunque he disfrutado -y mucho- de tu contrapunto lírico.
Otro abrazo.
No escondo esa "vena clásica" que dices que tengo. Lo que ocurre es que no sabía que la tenía jajajja.
Ceñirme a normas no es lo que más me gusta pero por carácter y forma de ser.
Los pocos sonetos que he escrito han sido de oído, pero veo por lo que me dices que sí, que se pueden escribir de oído y hasta innovar sin tener ni idea de que se está innovando ¡manda melones!
Lo voy a colgar en Pura ya que dices que es correcto.
Por cierto, no exageres. La poesía rimada puede gustar o no pero herir...yo creo que no.
Yo disfruto mucho con todo y aprender algo me viene siempre muy bien.
Un beso y muchas gracias por tu tiempo y tu generosidad conmigo desde siempre.
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