porque a Billy cuando no está, lo extraño tanto como a la cocacola en el desayuno cuando no la tengo, como a mi aparato de radio a la hora de dormir, como a mis cigarrillos Lucky, como a tí cuando no me llamas, como a mi gato Lucas cuando se va de novias y tarda cuatro días en volver.
Como a ese cojín de color naranja que me pongo debajo de la almohada para tener la cabeza más alta incluso durmiendo. Lo extraño exactamente igual que extrañaría -si me faltara-a uno de mis ojos y tuviera que llorar en monoestereo o como si me faltara una mano y tuviera que escribir en monomando.
A Billy lo extraño como extraño las calles de Madrid, como a mi barrio; exactamente igual que al ciego de la esquina que vende una ilusión tan sólo para hoy.
4 comentarios:
Lo extraño exactamente igual que extrañaría -si me faltara-a uno de mis ojos y tuviera que llorar en monoestereo
Qué genial esto! Y qué espanto, al mismo tiempo... Me encantó esta forma de extrañar.
Seguiremos esperando. Como somos varios, traigo una caja de alfajores (siempre comer algo dulce es convocante). Vos ponés la coca cola, y así vamos.
Un abrazo grande!
venga bleti, dile a Billy que publique ya su 11 entrega de My darling y q se deje de tanto puentecito casposo en caravanas por ahí ;-P
besitos guapa
Pues hala Bibiana, a esperar con la cola y los alfajorcitos, tan rico todo.
Un beso.
Ya estoy mucho más tranquila Gata. Como soy muy dramática pensé que Billy estaría batallando en un quirófano operado de apendicitis y cosas tan terribles como esas.
Estar de puente por muy casposo que sea y en carabana no es ni una escaramuza.
Un beso.
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