Como de los barros siempre quedan lodos, tengo que aclarar que con el calor de la discusión sin duda habré cometido errores de expresión en algunas de mis respuestas y estos habrán sido interpretados como acusaciones veladas a personas libres de toda sospecha dándose algunas de ellas por aludidas y consecuentemente ofendidas. Tal es el caso de JUAN JOSÉ ALCOLEA, persona gratísima para mí por su demostrada bondad y bonhomía.
También desde aquí te pido encarecidamente que me disculpes Juanjo, que perdones mi incapacidad para expresarme.
Todo este despropósito se me haría insostenible si por un momento tú pensaras que he traicionado tu confianza.
Un abrazo.
11 comentarios:
Hay días
en que el cielo se hace añicos
y se manchan de barro las aceras, pero vuelve la luz
y desde el campo
nos viene un paladar
a tierra abierta.
Hoy han puesto su casa en un abeto
los mirlos que despiertan la mañana,
no es hora de llorar,
tengo en las manos
sangrando las espinas de una rosa
que no quiero perder,
vuelvo a estar vivo.
Desde luego Juan José Alcolea ha probado sobradamente su bonhomía. Sólo hace falta conocerle y mirarle a los ojos para estar seguro de que es incapaz de cometer cualquier deslealtad.
Desde aquí mi abrazo para él y para ti.
Ana Garrido
Juanjo, no tedes por aludido nunca ¿sabes? nunca, en temas como el que se está tratando, ya lo dice Ana, y Amparo... y hasta yo Juanjo querido.
Los ojos hablan y el calor del abrazo en el Gijón también.
Y Bleti lo sabe.
Concha dixit,
Gracias Juanjo, tiene razón Ana cuando habla de tus ojos. Los ojos son las ventanas del alma y en tu caso basta con una miradita breve.
Un beso para los tres.
Yo deseo ser clara: creía a paso enjuto en ti, Juan José. Mis compañeros de ese foro érais para mí seres magníficos. No digo que no lo sigas siendo, como otros muchos, pero esperé de ti quizás un poco más. Tal vez la claridad de Ana, a la que admiro plenamente, en su respuesta a una cuestión privada que os planteé.
Sé que las personas nadamos en un mundo y que no debemos dejar que nos ahogue el agua, pero solamente eso, la chispita de claridad que me faltó, el levísimo compromiso que esperaba de tu mano.
Aún así, manifestarte mi afecto.
Dolors, cosas como estas que dices a Juanjo, vuelven a darme la razón cuando digo que Poersipura era mucho más que un foro para muchos de nosotros.
Demuestra que es así el hecho que una poeta reconocida como tú y con todas la puertas abiertas en el mundo literario, sienta la decepción tanto como una mindundi como yo.
No sé de vuestras cosas pero intuyo que al final es la misma sensación de tristeza, de decepción, la que sentimos todos y a pesar de nuestras peculiaridades.
¿Sabéis lo que me gustaría? Pues reunirnos cualquiera día en cualquier sitio y charlar.
Os propongo Madrid o Zamora o Salamanca que es preciosa. Aceptar y pongo fecha.
¡ Ché Bleti ¿por qué siempreme saltas?
Concha dixit sabes de sobra que soy yo, Conchadixit, que no sé ponerlo de otrta manera y he de `pasar por anónima.
Chiqui, yo me encuentro contigo cuando lo desees, pero más adelante. Me refiero a que ahora tengo problemas enormes y serios que no puedo dejar de lado y beneplácitos similares, pero que no esquivo en absoluto la charla. Cuando vaya a ir a Madrid, te aviso con tiempo y hablamos de todo lo humano y lo divino.
Sí, me llevé varios desengaños, no sólo el que he comentado sino también con el capitán. Creía que era amigo, creí en él, admiré, también, a su esposa, a la que sigo admirando por su fortaleza y elegancia de comportamiento, pero alguien deseó girarlo todo -imagino que si es, al menos, listo o lista o ambas cosas, quién sabe, lo hiciera por su bien particular-, la cosa es que no paramos de sufrir desplantes uno detrás de otro, hasta que nos dimos cuenta mi esposo y yo de que no había amistad o parecía no haberla entre ellos y nosotros.
Esto por la parte buena, por la incorrecta, no te cuento porque temblaría la página. Tú no sabes la paciencia que he tenido yo con determinadas personas que perfectamente imaginas, todo por aguantar en pie para estar con vosotros y con Carlos en la página. Al fin, toda una madeja que no la desenreda ni Dios, y tú y yo que hemos currado por la buena marcha de la página, fuera y los que no hacen un gramo por el bienestar general sino al revés, creo que los demás les importan un pito, dentro y cada vez más dentro, cada vez más únicos, prepotentes, solos y según he oído, dejándose de delicadezas con quien fue el dueño.
Da de comer al tigre, cambiaría de animal en el horóscopo chino, pero lo dejo ahí, que te morderá la mano. La cosa es que, si le sangra, ni tú ni yo podremos ya ayudarle porque, después de tantas mil y una noches, ya no nos cree.
Aparte de esto, ni tú eres una minmundi ni yo permitiría que nadie te lo dijera.
Mi fraternal abrazo. Y si alguien no está de acuerdo con mi opinión al respecto, que cambie de modo de manifestarse, porque ni somos tontos ni ciegos ni babosas buscando medrar.
Dolors
Perdona Vidal, eres tan pequeñita jejjee que ni te vi.
Muchos besos.
Estoy cansada Dolors, de verdad.
Descansa, Amparo y felicita a todos los laureados del diploma. Vivir para ver.
¿Desde qué edad puede entrar uno en el parvulario?
Anónimo bebé
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