miércoles, 1 de diciembre de 2010

Poema

Déjame que te recuerde

que era yo quien te pintó toda la gama de azules

en un cielo que apenas imaginabas

Tu mundo era un mundo gris

oscuro, desvencijado, obsoleto,

devastador-si me apuras-

Y yo sin saber pintar

me aprendí de pé a pá la ruleta de colores.



Ensayaba entre tus manos,

te dedicaba mi tiempo cada día más exiguo.

Me estiraba y me estiraba hasta el abismo.

De un portazo tu poquedad decidió

que se hacía más extensa en un campo de tomates

tan rojos como tus putas y tus princesas en Red.

Me colgaste en una percha

Me descolgué como pude

pero sigo malherida, zozobrada,

sin olvidar

los diez años que te di, los diez mil y pico versos

y los besos y los besos y los besos.

6 comentarios:

José Baena dijo...

Cómo duele este poema. Y este verso
"Y yo sin saber pintar me aprendí de pé a pá la ruleta de colores." impagable: el amor hecho devoción y al mismo tiempo esa palabra, ruleta, evoca azar rojo-negro-rojo-negro...negro. Me ha emocionado. Besos.

Jorge Torres Daudet dijo...

Desgarrado dolor en tus versos.
Un beso.

Luisa Arellano dijo...

¡Qué maravilla de poema y... qué lujo poder descolgase de la percha aunque sea después de muchos versos!

Encantada me dejas.

Besos.

María Socorro Luis dijo...

Qué desperdicio de versos y de besos, verdad?... pero es que somos generosas...

Me ha gustado mucho, mucho.

Besos

VICTOR VERGARA dijo...

Es muy bueno.

Hay demasiado listillo suelto. Y yo creo que al final obtienen lo que le corresponde, jeje

Un besico.

Bletisa dijo...

Es muy triste tenéis razón.
Un beso a todos, gracias.