Yo charlando con la muchacha de Dalí (De Sak)
Os reconozco a todos.
La voz que me ofrecéis sin gastos a mi costa
en esta ventanilla donde no espero turno
es la puesta en escena de un mundo a mi medida.
Es exacta la trama, la luz y el argumento.
Sois tan exactos siempre que os libo y os propongo
y me propongo a veces como asunto del día.
Somos los transeúntes sin rostro de un espacio.
la densa silueta de una hilera de olivos con el mismo destino:
Mirar y ser mirados, buscar la luz del cielo.
La voz que me ofrecéis sin gastos a mi costa
en esta ventanilla donde no espero turno
es la puesta en escena de un mundo a mi medida.
Es exacta la trama, la luz y el argumento.
Sois tan exactos siempre que os libo y os propongo
y me propongo a veces como asunto del día.
Somos los transeúntes sin rostro de un espacio.
la densa silueta de una hilera de olivos con el mismo destino:
Mirar y ser mirados, buscar la luz del cielo.
6 comentarios:
"...buscar la luz del cielo...."
Y encontrarla, mi Bleti y encontrarla mientrs nos miras en tu muchacha de la ventana y te reconoces mientras nos miras.
Y nos reconoces.
Muaksssss, yo me ntiendo.
Vuelves a dar el campanazo con este poema Sra. Bletisa.
La primera vez que lo leí se me quedó grabada la imagen que propones en los últimos versos (seguro que a mi manera): esas filas de olivos que, junto a la carretera, pasan rápidos por la ventanila del coche. Quizá sólo seamos eso en este mundo etérico.
Sé que nos libas y nos propones porque yo también intento hacer lo mísmo (intentaba hacer lo mismo) cada día, porque es el movimiento imprescindible y básico de quien gusta relacionarse con personas y como persona.
Y eso de situarlo como asunto del día es darle la importancia, es colocarlo en la agenda como tarea correspondiente al día, casi como asunto improrrogable.
Me ancanta que nos reconozcas, jeje
Uff! Al fin puedo leer...
Tengo mucho atrasado, pero tiempo al tiempo (que no a destiempo).
Por el momento, vuelvo al encuentro.
Beso.
Claro que me reconozco Vidal, somos casi igualitos todos.
Un beso.
Pues sí Sr Kafka,somos más o menos así como los olivos en nuestra ventanilla que apenas duran unas décimas de segundo y da la sensación de que desaparecen.
Se quedan atrás, mirando al cielo.
Y a mi reconoceros :)
¿NO podías?
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