martes, 7 de julio de 2009

A PROPÓSITO DE UNA PUERTA


A las puertas les suelen pesar los goznes
y se cierran
con esa facilidad
que ostentan los insolentes
ante el más mínimo viento.
No saben que la corriente
que producen sus portazos
abre ventanas, mirillas, ventanucos,
ventanales, ojos de buey, celosías,
tragaluces, rosetones, habitáculos de luz
diminutos e invisibles como el hilo de una araña.
Se salvan de su desastre nada más las rotatorias

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