martes, 28 de febrero de 2012

Nosotros los cincuentones.

Las cosas más complicadas a las que nos enfrentamos en la, vida, las que necesitan más sabiduría para resolverlas, siempre ocurren a partir de los cincuenta.

 Y bien está que así sea porque si ocurrieran antes, seguramente y por nuestra falta de pericia, seriamos incapaces no ya de resolverlas, sino incluso de hacerles frente con la debida soltura y decisión.

La enfermedad, el desamor, la frustración, la tristeza, la contrariedad por ejemplo, son asuntos peliagudos pero puntuales a la hora de acudir a  las citas.

Llegarán  para ponernos a prueba, para examinarnos intentando  pillarnos in albis.

¿In albis a nosotros los cincuentones?

No sé quien dijo que sabe más el Diablo por viejo que por diablo. Y no digo que seamos viejos pero sí un poco diablos.

Maravilloso personaje El Diablo.

Por cierto y ya que viene a cuento, os recomiendo una lectura maravillosa : El maestro y Margarita, de Bulgákov.

Me lo regaló Don en la tienda del Prado y me ha encantado.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

ERRARE HUMANM EST

UN ABRAZO

Anónimo dijo...

ERRARE HUMANUM EST

UN ABRAZO

Bletisa dijo...

Lo es, lo es..........2 veces.

Un beso.

VICTOR VERGARA dijo...

Pues si, cada cosa a su tiempo. La Naturaleza es sabia.

Aunque a veces también le caen a los jóvenes penosos desmores y desgraciadas enfermedades. Quizá más desamores que a los maduritos pero menos enfermedades, jjj En fiiiiiin !!!

Bs.