Las cosas más complicadas a las que nos enfrentamos en la, vida, las que necesitan más sabiduría para resolverlas, siempre ocurren a partir de los cincuenta.
Y bien está que así sea porque si ocurrieran antes, seguramente y por nuestra falta de pericia, seriamos incapaces no ya de resolverlas, sino incluso de hacerles frente con la debida soltura y decisión.
La enfermedad, el desamor, la frustración, la tristeza, la contrariedad por ejemplo, son asuntos peliagudos pero puntuales a la hora de acudir a las citas.
Llegarán para ponernos a prueba, para examinarnos intentando pillarnos in albis.
¿In albis a nosotros los cincuentones?
No sé quien dijo que sabe más el Diablo por viejo que por diablo. Y no digo que seamos viejos pero sí un poco diablos.
Maravilloso personaje El Diablo.
Por cierto y ya que viene a cuento, os recomiendo una lectura maravillosa : El maestro y Margarita, de Bulgákov.
Me lo regaló Don en la tienda del Prado y me ha encantado.
4 comentarios:
ERRARE HUMANM EST
UN ABRAZO
ERRARE HUMANUM EST
UN ABRAZO
Lo es, lo es..........2 veces.
Un beso.
Pues si, cada cosa a su tiempo. La Naturaleza es sabia.
Aunque a veces también le caen a los jóvenes penosos desmores y desgraciadas enfermedades. Quizá más desamores que a los maduritos pero menos enfermedades, jjj En fiiiiiin !!!
Bs.
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