Deduzco del artículo que escribe Victor el Gato aquí en su blog, que sus mujeres son afortunadas porque no tienen que soportarlo con la radio pegada a la oreja los días de futbol. Se plantea si eso no se podría considerar un maltrato de género. Y sí, tal vez aunque tengo mi opinión al respecto que le he dejado en un comentario.
Yo me pregunto si no será también maltrato de género, esta vez al masculino, la adicción casi patológica de las mujeres a las compras y no puedo por menos de recordar la visión de esos pobres señores cargados de bolsas, con cara inexpresiva y a veces de hartazgo, apostados en las entradas de los comercios lllueva o truene, haga un sol de solemnidad o un frío congelador. Y qué deciros si lo que hace es entrar y esperar a la puerta de los probadores cargado de prendas hasta las cejas mientras su chica entra y sale con la pregunta del millón ¿me queda bien?
¡Pero joer si no puede verte con tanto trapo tapándole los ojos!
¿Y que me decís de la expresión desencajada del caballero haciendo cola en la caja con la tarjeta de crédito en ristre? ¿Será maltrato psicológico?
Mis hombres si que tiene suerte Gato. Odio salir a comprar cosas, sean las que sean y cuando salgo, salgo solita. Eso sí reconozco que me encantaría y siempre echo en falta tener un porteador de bolsas que me diga trae cariño yo te las llevo.
Soy una tipa estupenda.
2 comentarios:
tienes toda la razon eres una tipa muy estupenda
y no me importaria ser tu porteador de bolsas vamos donde hay que apuntarse para serlo
ka
Tú a mí me porteas lo que te de la gana, bonito. Y no son las bolsas de la compras precisemante.
¡Ah como te quiero Ka!
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