A veces me sorprendo a mí misma en cuestión de afectos.
Uno de los casos es este poeta, al que sigo apreciando de manera inexplicable.
Le he dado caña muchas veces y el mismo me ha pedido que no lo nombre aquí, que lo borre.
Pero pasa que a mí no me da la gana. Pasa que hago lo que me da la gana y que a pesar de todo, mi afecto hacía él es incombustible. Pasa que su poesía me gusta también, a pesar de todo.
El poema es precioso. Escuchad.
Me ha ocurrido algo extraño y es que mientras colgaba el poema - y por casualidad- he habldo por msn con el poeta. Una vez más he sentido una inmensa tristeza.
14 comentarios:
Tampoco sé yo por qué te tengo en nómina de amigos a pesar de todo. Será..., será por eso, porque me da la gana...
Tu claro que lo sabes.
Pocos afectos y tan desinteresados, tan de verdad, tan inexplicables y gilipollas como el mío.
Te sigo queriendo mucho y no tengo la culpa: Soy gilipollas pero sin importancia.
Pero qué borde eres, coño.
¡Haívaaaa pero si tienes un blog sólo para lectores invitados.
¡Manda güevossss!
¿Sabes una cosa?.....que te den.
sin palabras bletisa, yo creo que ha merecido la pena que lo colgarás en el blog y poder escucharlo. se agarra a la piel el jodío, a mi, casi me ha hecho llorar.
El poema, una preciosidad, y en tu voz preciosidad doble. Y tú, Bletisa, tú... la releche y única.
Un abrazo
Eso se llama "fiiiilingggg", antrambos, mi querida Bletisa, que justito ayer hablábamos ¿no?
Pues eso.
Concha dixit.
Pero qué borde eres, coño.
¡Haívaaaa pero si tienes un blog sólo para lectores invitados.
¡Manda güevossss!
¿Sabes una cosa?.....que te den.
Pues que me den, Amparo: Llevás tanto tiempo ya dándome que hasta uno se acostumbra a ello.
Y sin embargo te quiero, asquerosa...
Sí Angel, se agarra.
Con la buena poesía pasa eso.
Gracias por venir.
Es verdad que mi voz lo mejora, ejem.
No, en serio, Vicente es un gran poeta, Ana. Eso es indiscutible.
Que no Vidal, que es una cosa rara propia del corazón que la razón no entiende.
Agggggg.
No te doy más porque me reconcome la conciencia clarísima que afortunadamente me asiste y porque te quiero mucho.
Pero te daría, vamso que te daría.
Un poema que escribí hace algún tiempo dice así:
Entonces no sabía que amarte era una empresa
sumamente arriesgada,
que dejar los tebeos y encerrar la gramola era igual que apearse
en marcha de la vida,
que embalar el silencio en las esquinas
y esperar a que crezcan los posibles amantes
de un listín de teléfonos sería
algo así como andar de puntillas en terreno minado.
Reconozco que entonces
ni siquiera sabía que te amaba
así,
como te amo.
Y es que ahora tampoco.
Interesante poema. Los terrenos minados de riesgos imprevisibles nos dan momentos únicos.
Eso es la vida ¿no? unos pocos momentos intensos.
Gracias por traer este poema.
Un beso.
Qué de amores!
No cambies, Blé.
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