De nada me arrepiento,
ni siquiera
de las puertas cerradas
cuando más alto y débil
gritaba el corazón
que las abriera para que entrara el aire.
El alma es un viajero
que lleva solamente una mochila
escueta de alimentos
y un billete de tren hacía ninguna parte.
Serán los apeaderos,
los pueblos diminutos del camino
los que marquen la ruta.
¿De qué sirve angustiarse
si nada ha sido escrito ni pautado?
Que llueva y nos empape el agua
y nos ensucie el barro hasta las cejas
o que nos queme el sol hasta resquebrajarnos.
Somos como lagartos con pieles de recambio.
No hay que preocuparse.
7 comentarios:
Estoy contigo. Cuando el barro nos cubre y la carcasa achacosa se viste de grietas, nada como una buena muda. Salir de la antigua piel, estirarse y sentirse lustroso de nuevo. Como un lagarto al sol. Arrepentirse es una pérdida de tiempo. Está bien mirar atrás cuando no ponen nada en la tele ni se tiene un buen libro a mano. Pero vivir condicionado por lo que se hizo, con todo lo que queda por hacer...qué desperdicio.
Un abrazo.
Pues sí, que la lluvia nos empape y las lágrimas nos mojen y se confundan con la lluvia. Mudemos la piel si hace falta. Miremos de frente al hoy que nos llama, olvidemos el ayer. Disfrutemos el sol, como los lagartos.
Abrazo
Itinerario vital, el tuyo Bleti, es este poema "on road", filosófico, certero, indeterminado. Habrá quien te sustancie que el destino está escrito de antemano. Mentirá sin saberlo, ciertamente.
El destino es circunstancial, improbable, incierto, aleatorio..., pero sólo hasta cierto punto, porque estamos mediatizados por aspecto físico, familia, entorno social, moral, geográfico, època en que vivimos, etc, etc. Pero somos libres al fin, para hacer con nuestra vida lo que podemos o lo que nos dejan. En cualquier caso, no nos cerremos las puertas y sigamos siendo lagartos despreocupados. Al fin y al cabo, nos va a acabar dando lo mismo. Digo yo.
Siempre es importante que le hagan reflexionar a uno, y más desde el matiz hermoso de la poética.
Aunque no me hagas mucho caso, que me parece que estoy empezando a arrepentirme...
Un abrazo.
y de nadas debes arrepentirte ble
Renacemos José; pero eso sí, renacemos de retales, de capas vitales que mejor no rascar mucho para que no se emborrone la nueva y luzca luminosa. No es nada fácil.
Gracias por venir, un beso.
Que hermosura de sol, Eloy, el de este otoño y estos días azules, yo diría parafraseando a Machado en "estos días azules y este sol de la infancia"
Un beso.
Hola Bletisa!!
No hay que arrepentirse nunca de lo hecho,porque se hizo lo mejor que sabíamos en ese momento,sólo mirar atrás como enseñanza para mejorar,nunca para llorar..y por supuesto el destino lo escribimos nosotros día a día,sobre una hoja en blanco,nosotros somos los responsables de esa hoja,como llenarla.
Te quería agradecer tu visita y tu comentario,era importante para mi,gracias,espero seguir viéndote.
Un beso
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