Tengo un gran problema personal, BLE. Que mi corazón se divide en bastantes ocasiones. Tengo un poema escrito en contra de las corridas de toros -que sé que sería bastante aplaudido- Y cuando ha llegado la hora de la verdad me han faltado fuerzas para sacarlo. En otros casos, como arrojar animales desde los cmpanarios, no tengo ningún atisvo de duda porque sólo se tratan de borricadas en medio de tremendas borracheras y exitación irracional. Ahí no existe arte por ningún lado que lo mires. Pero en casos como éste, siempre creo que se podrían apurar las soluciones intermedias. En Portugal no se matan a los toros, creo que tampoco se le tortura. Es decir, conservar un patrimonio cultural-artístico muy rico, pero adaptándolo a la mentalidad y la sensibilidad del hombre y la mujer actual. Confieso que también he sentido alegría, pero por otro lado también he sentido tristeza. Y esa disociación, esa dicotomía me produce deasocioego.
Víctor, eso mismo que te ocurre a tí ahora, lo he sentido yo. Nacida en Salamanca y por tradición familiar los toros han sido una constante en mi vida. En el campo, en la plaza, en casa, los toros y todo lo referente al mundo taurino era más que una tradición, una pasión. Te confieso que he ído a los toros incluso con mantilla y peineta aunque no te lo creas. He toreado vaquillas en fiestas familiares, de mi pueblo, y de trabajo... etc. Pero he "crecido" y no sabría decirte en que momento me empecé a sentir muy mal. Empecé a sentir que me traicionaba a mí misma por dejarme llevar por tradiciones extremadamente crueles y de desprecio a la vida de otros seres. Y han dejado de valerme los argumentos culturales, tradicionales, económicos, artísticos que esgrimen los defensores de la mal llamada fiesta Nacional. Considero que no se debe mantener ni fomentar la barbaríe exclusivamente como diversión y que hay que evolucionar hacia una cultura más humana. Es nuestra obligación y algo que le debemos a nuestras generaciones venideras. Te advierto que no me gusta nada discutir de este tema y siempre prefiero callar porque de alguna manera entiendo las dos posturas. Lo que está claro es que las corridas desaparecerán con el tiempo al igual que otras prácticas bestiales que se siguen escudando en la tradición y en la cultura para sostenerse. Sólo es cuestión de tiempo.
Ahí estoy contigo, Bletisa, es el tiempo el que sin duda acabará con esto. El tiempo y la educación. Y lo mismo me sirve para otras "tradiciones" como los malos tratos: las leyes no han servido, está visto. Lo que sirve es educar en respeto y sensibilidad.
Como dije en el blog del Bata, no me gustan las prohibiciones, las imposiciones. Creo que aquí hay más política que convicción moral y eso me molesta porque no deja de ser hipócrita y populista. Preferiría el debate, el que se abriese de verdad la puerta a discrepar.
Por mi parte, nunca he ido a los toros, los he visto en la tele y ha habido corridas que me han gustado mucho y otras en las que me he indignado la chapuza y el sufrimiento innecesario del animal (una de esas faenas de matar en que te entran ganas de que la guardia civil le pegue un tiro, pero no al toro sino al torero).
En fin, tema polémico porque hay distintas sensibilidades y distintos criterios. Como siempre, prefiero el debate, aunque parece que cada vez se lleva menos...
Es realmente obscena ese disfrute con el sufrimiento de un animal. Me dan igual las tradiciones cuando tienen una crueldad tan manifiesta. Si quieren seguir toreando que cambien y hagan el espectáculo más humano. Ojalá se prohiban en el resto de España pero no olvidemos otros animales cuya crianza y sacrificio no es mucho mejor (al menos el toro de lidia tiene calidad de vida mientras vive), los animales explotados en regimen intensivo tienen por lo general unas condiciones horrorosas. Para luchar contra ese otro maltrato que no sale en las noticias consuman carnes ecológicas pues consideran el bienestar animal esencial en la crianza de esos animales que después se sacrificarán. Si no, hagan como yo que soy vegetariano. Saludos.
5 comentarios:
Contigo totalmente.
Besos. Soco
Tengo un gran problema personal, BLE. Que mi corazón se divide en bastantes ocasiones. Tengo un poema escrito en contra de las corridas de toros -que sé que sería bastante aplaudido- Y cuando ha llegado la hora de la verdad me han faltado fuerzas para sacarlo.
En otros casos, como arrojar animales desde los cmpanarios, no tengo ningún atisvo de duda porque sólo se tratan de borricadas en medio de tremendas borracheras y exitación irracional. Ahí no existe arte por ningún lado que lo mires.
Pero en casos como éste, siempre creo que se podrían apurar las soluciones intermedias. En Portugal no se matan a los toros, creo que tampoco se le tortura. Es decir, conservar un patrimonio cultural-artístico muy rico, pero adaptándolo a la mentalidad y la sensibilidad del hombre y la mujer actual.
Confieso que también he sentido alegría, pero por otro lado también he sentido tristeza. Y esa disociación, esa dicotomía me produce deasocioego.
UN BESO.
Víctor, eso mismo que te ocurre a tí ahora, lo he sentido yo. Nacida en Salamanca y por tradición familiar los toros han sido una constante en mi vida. En el campo, en la plaza, en casa, los toros y todo lo referente al mundo taurino era más que una tradición, una pasión.
Te confieso que he ído a los toros incluso con mantilla y peineta aunque no te lo creas. He toreado vaquillas en fiestas familiares, de mi pueblo, y de trabajo... etc.
Pero he "crecido" y no sabría decirte en que momento me empecé a sentir muy mal. Empecé a sentir que me traicionaba a mí misma por dejarme llevar por tradiciones extremadamente crueles y de desprecio a la vida de otros seres.
Y han dejado de valerme los argumentos culturales, tradicionales, económicos, artísticos que esgrimen los defensores de la mal llamada fiesta Nacional.
Considero que no se debe mantener ni fomentar la barbaríe exclusivamente como diversión y que hay que evolucionar hacia una cultura más humana. Es nuestra obligación y algo que le debemos a nuestras generaciones venideras.
Te advierto que no me gusta nada discutir de este tema y siempre prefiero callar porque de alguna manera entiendo las dos posturas.
Lo que está claro es que las corridas desaparecerán con el tiempo al igual que otras prácticas bestiales que se siguen escudando en la tradición y en la cultura para sostenerse. Sólo es cuestión de tiempo.
Un beso.
Ahí estoy contigo, Bletisa, es el tiempo el que sin duda acabará con esto. El tiempo y la educación. Y lo mismo me sirve para otras "tradiciones" como los malos tratos: las leyes no han servido, está visto. Lo que sirve es educar en respeto y sensibilidad.
Como dije en el blog del Bata, no me gustan las prohibiciones, las imposiciones. Creo que aquí hay más política que convicción moral y eso me molesta porque no deja de ser hipócrita y populista. Preferiría el debate, el que se abriese de verdad la puerta a discrepar.
Por mi parte, nunca he ido a los toros, los he visto en la tele y ha habido corridas que me han gustado mucho y otras en las que me he indignado la chapuza y el sufrimiento innecesario del animal (una de esas faenas de matar en que te entran ganas de que la guardia civil le pegue un tiro, pero no al toro sino al torero).
En fin, tema polémico porque hay distintas sensibilidades y distintos criterios. Como siempre, prefiero el debate, aunque parece que cada vez se lleva menos...
Besos
Es realmente obscena ese disfrute con el sufrimiento de un animal. Me dan igual las tradiciones cuando tienen una crueldad tan manifiesta. Si quieren seguir toreando que cambien y hagan el espectáculo más humano. Ojalá se prohiban en el resto de España pero no olvidemos otros animales cuya crianza y sacrificio no es mucho mejor (al menos el toro de lidia tiene calidad de vida mientras vive), los animales explotados en regimen intensivo tienen por lo general unas condiciones horrorosas. Para luchar contra ese otro maltrato que no sale en las noticias consuman carnes ecológicas pues consideran el bienestar animal esencial en la crianza de esos animales que después se sacrificarán. Si no, hagan como yo que soy vegetariano. Saludos.
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