Ayer colgué un poemilla en Libertad 8 con el que pretendía hablar de lo que yo llamo peronas-reloj.
Ha sido un fracaso y por lo visto ha resultado ser de lo más prosaico.
Tengo que decir que soy de los aspirantes a poetas que defiende a ultranza la poesía por los que dice y no por su forma, pero eso es otro tema
Y es que las hay. Hay personas- reloj como hay personas-Valium o personas-esponja o personas-escoba (interesantísmas) o personas- merengue....por ejemplo.
Hay personas tan ingratas como lo son los relojes; Son maridos, hijos, padres, hermanos, amigos, profesores, vecinos del cuarto dcha, jefes de curro, compañeros, políticos locales, nacionales, mundiales...y demás fauna social.
Estas gentes parecen traer de serie un metrónomo, un aparatito de esos que utilizan los músicos para medir el tiempo y el ritmo, que les funciona sin necesidad de reponer pilas.
Todo, absolutamente todo, lo que no puedan medir las desequilibra, las trastorna. Sienten una necesidad enfermiza de controlar lo que hacen o dicen los demás. No entienden que hay seres un tanto desordenados, caóticos incluso, que viven sin ritmo preconcebido y que sólo son felices viviendo así.
No entienden que otros puedan vivir a salto de mata, en la cultura de “aquí y ahora” del "ya veremos mañana" del "bueno, pero pá luego" sin que se les despeine un pelo.
Las personas-reloj son constantes, incombustibles y absolutamente insoportable, su tic-tac machacón.
Personalmente voy y vengo a mi antojo a esas personas por una cuestión de fiel afecto inexplicable pero siempre según me sople el viento.
Me agotan si me acerco, me chupan la energía como auténticos vampiros de juguete y me escapo como un Houdini cualquiera cuando quiero.
No tendrían que existir pero existen y es una demostración de que la naturaleza no es tan sabia como dicen y de que está llena de los defectos de cada parte que la conforman.
9 comentarios:
Muy ciertas tus palabras.. hay de todo y en mi caso.. prefiero esa gente que no tienen ni marca de reloj. libre sin condiciones.
Bella reflexión
Un abrazo
Saludos fraternos...
Es un texto muy interesante.Las mas tristes sean las personas caja hermosa vacia.O las personas tetera que siempre echan agua irviendo.O las personas búcaro que decoran las tumbas de los cementerios.
Entre tu descripción y la aportación de azote rojo creo que he aprendido bastante. Aunque no me gusta las catalogaciones -menos las de las personas-.
Saludos.
Jajaja, pienso como tu. Me temo que nos parecemos bastante. Nunca he sentido ganas de clasificar, pero sí de huír de esas personas que roban la energía y dejan secos nada más se acercan para saludar.
La vida sin sorpresas, sin ataques de locura, sin ataques de intuición, se convierte en algo mecánico, medido y absolutamente previsible y por tanto aburrido sobremanera hasta el punto del hastío. Siempre se ha dicho que los mejores momentos salen bien cuando no se preparan, refiriéndose a esas pequeñas locuras imprevistas que rompen la monotonía de la vida supercontrolada para darle colorido y luz repentina.
En este momento me acuerdo de los sonetos.
En cuanto a lo otro, creo que lo que había que decir ya está todo dicho. Y cada día me inclino más, y de una manera muy consciente, en no decir nada concreto, o simplemente decir algo sin sentido para que cada cual lo interprete a su manera. De todas formas, así será haga lo que haga...jaja. La gente es muy empecinada y sólo ve lo que quiere ver. ¿O no?...
Un beso.
miauuuuu
No me gusta llegar tarde cuando alguien me espera, para todos lo demas, a mi ritmo,casi nada es tan importante.
¿Ves?
Por eso tengo yo un poe ¿recuerdas?
Que se llama "A salto de mata".
Nuaksssssss, desnuda de relojes, que además, me dan alergia en las muñecas
Concha dixit.
Libre te quiero. Libre me quiero. Esos pernajess me resultan insoportables. Aunque confesaré que llevo agenda para organizarme, pero tiene muchas tachaduras, jeje
Buena reflexión.
Aunque es completamente humano temerlo a lo que uno no conoce o no controla. Creo yo, que para superar ese miedo hay que hacer un trabajo intelectual y espiritual bastante intenso. Y de todas maneras, en algún punto, todos conservamos un poco ese temor, y en situaciones donde sale a flote, cualquier puede caer en el riesgo de ponerse un reloj.
Caí en tu blog de la nada y comente, por eso tambien, dejo un saludo.
¿Dónde estás Bletisa?
Me tienes preocupado. Confío en que sean simplemente unas vacaciones que te has tomado.
Un beso que te espera.
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