lunes, 8 de febrero de 2010

A MI MADRE ISABEL DESDE ANTONIO URDIALES CAMACHO.







POCO A POCO

Como heridas de plomo
las alas de los ojos,
le fueron anclando la mirada a la ventana
y el jilguero alegre de su verbo,
-amante natural desde la infancia-
con el vuelo derrotado de horizontes
acabó prisionero taciturno
en la oscuras celdas del silencio.

Aún decía mi nombre en el ocaso
y me preguntaba por ti, Josefina,
cuando abrazada dócilmente a su letargo
con ese paso cansado del regreso
fue rompiendo los lazos afectivos
que la unían a un presente desbocado
y retornó por hebras de recuerdos
a la eterna espera del amado
ante la puerta de una cárcel donde,
vencido en la guerra, se pudría el terror
al chirrido letal de los cerrojos al amanecer;
o a las fabricas de un París almidonado
donde emigró su hambre adolescente
y donde la alegría de su hermana
acabó agonizando bajo las ruedas de un coche;
o hasta la plaza polvorienta de su pueblo
donde quizás le diera el primer beso al esperado,
sin entender por qué a este lado de su vida,
inflamado del enraizado amor de hijo que me habita,
un desconocido abría la puerta de su intimidad
y le atusaba sus cabellos plateados con paciencia
o abrazaba con ternura sus momentos del pasado,
y en su ceguera
le daba cariñosos besos a su infancia.

Y poco a poco,
como se evade la fragancia de un aroma,
el paso ágil de su sombra
fue dejando de dibujarse en las paredes
y se fue disponiendo para el sueño,
amarrada a una silla de ruedas, primero,
y anidada entre sábanas, después,
hasta que el aliento, carcomido de esperanza,
comenzó a divorciarse del deseo
y sin ruido alguno gastó su último suspiro,
tomó su tren hacia su noche
y se hizo recuerdo eterno en mi memoria.

A la memoria de quien el Alzheimer me fue robando poco a poco, mi querida madre.

Antonio Urdiales Camacho.

16 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

joder ble, que buenas y bonitas palabras.

Sara Royo dijo...

Impresionante.

a. dijo...

Gracias por ubicarlo aquí. Un beso para tu madre y otro para ti.

A.U.

aapayés dijo...

Me gustó.. impresionante de verdad..


Un abrazo
Saludos fraternos...

Anónimo dijo...

JODER BLETI NO DEJES DE PRESENTARTE A ESE CONCURSO LO GANAS FIJO YO NO ES QUE ENTIENDA MUCHO PERO ESTOY DE ACUERDO CON LOS DE ARRIBA SUSCRIBO LO DICHO Y ESCRITO POR TODOS DEMAS JOER ES TRISTE PERO PRECIOSO A LA VEZ
COMO DICEN EN MI PUEBLO ERES COJONUDA
KA
PD: ERES UNA PRESONA FENOMENAL Y UNA MUJER ESTUPENDA QUE LO SEPAS

Bletisa dijo...

Es un poema precioso que me había encantado escribir Angel.

Bletisa dijo...

Si lo es Sara, describe perfectamente la enfermedad.

Bletisa dijo...

Gracias Adolfo.
Escribe muy bien este señor.

Bletisa dijo...

Gracias por permitir que lo coja prestado Angel.
Es precioso.

Un beso.

Bletisa dijo...

jajajjaa, que no Ka, que es broma bonito,.
Ya te he aclarado que el poema no es mío (que más quisiera) que es de Angel Ucelay y que sólo lo he tomado prestado para mi madre.
Muchos besos.

Jose Zúñiga dijo...

Buen poema este de Ángel Ucelay. Gracias por traerlo aquí, Ble. Me dice mucho.

Antonio Urdiales dijo...

Hola Bleti.

Ante la imposibilidad de hacerlo de forma privada, te ruego que revises el correo en amparo_f25@hotmail.com, o que abras los mensajes privados que te he enviado en Libertad 8 y que hacen referencia a la autoría de este poema.

Un abrazo.

Antonio

Bletisa dijo...

Ya está modificdo Antonio.
Muchas gracias por dejármelo prestado.
Un beso.

Antonio Urdiales dijo...

Muchas gracias, Bleti.

Un abrazo.

Antonio

Recomenzar dijo...

Magnifico texto

Maruja dijo...

Bellísimo testo. Describes muy bien la enfermedad.
MeUn saludo.