EL CORREO

Santo Dios del amor hermoso.

        Entre mi sindicato de enfermería, los pps de los coleguillas de curro, Jorge Lemoine, las noticias de los cientos de sitios de todo tipo en los que me inscribí un día tonto, los intentos de estafa, el aviso de comentarios en el blog, los “mira quien te ha borrado del msn” etc, etc…siempre tengo el buzón de correo de bote en bote.
        Jamás he conseguido abrirlos todos ni siquiera por curiosidad y eso que no tengo más que dos cuentas. Los pobres se van acumulando como en el buzón de correo postal cuando te vas de vacaciones y tengo al menos mil y pico sin abrir pero sin borrar.
         Con los ojos e inconscientemente, suelo hacer un barrido general a modo de scanner por lo recibido y solo a veces se detienen de golpe como un frenazo.
Y es que recibir una carta que no sea propaganda, notificaciones , facturas, gracietas de colegas etc.,,, siempre es una emoción.
Noticias de un amigo, la foto de un tiempo pasado de alegría en la que apareces, una carta de amor, que Billy te diga que no se ha ido, una invitación a un sitio nuevo porque alguien de repente se acuerda de ti, son buenas-buenísimas nuevas.
El resto, son cosas de Internet.