miércoles, 8 de septiembre de 2010

POEMA PARA AMALIA

Mi infancia es una abuela sentada en un sillón
de mimbre y vestida de negro perpetuo y agobiante
por los miles de lutos que a su hijos debía.
Mi infancia era su pena y sus dulces consejos
y mil veces las risas de los niños pequeños
que la trepaban toda, mientras que se enredaban
en sus cabellos blancos como la misma nieve.
Mi infancia es el recuerdo del olor a manzanas
de todos los cajones de su casa y de sus manos,
huesudas, calidísimas como un beso de amor.
Mi infancia son sus ojos, azules como el mar,
y todas las muñecas hechas de porcelana
prohibidas y vestidas con sedas y oropeles,
todo el cristal brillante durmiendo en los estantes
de aquella galería por donde entraba el sol
sólo para alumbrarlo, para magnificarlo
por siempre y para siempre en el nombre de Amalia.

9 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Nada que ver con un patio de Sevilla, tu infancia. Qué poema hermoso nos entregas hoy, Ble.
Bs

estrella dijo...

Hola Bletisa!!
Bello poema recordando la niñez,me llega ese olor a manzanas..
Me has hecho recordar a mi abuela sentada en su sillón,también vestida de negro,con su pañuelo en la cabeza,que sólo se lo quitaba para dormir,y sus medias sujetas con unas gomas,era su costumbre.

Un abrazo

Ka dijo...

MUY BONITO BLE ME ENCANTA CREO QUE TODOS LOS DE NUESTRA GENERACION MAS O MENOS TODOS TUVIMOS UNA ABUELA DE LUTO PERPETUO SENTADA EN SU BUTACA DE MIMBRE UN BESO MUY FUERTE BLE QUE RECUERDOS

Lectores Inquietos Poemas 웃ღ웃 dijo...

Hola vi un destello de luz
de inspiracion y entre a conocerte
tienes un blog muy bello en
contenido de sentimientos que
logrados en tu inspiracion son
una caricia para los ojos.

Sobre tu poema refleja una lirica
sobre la infancia y los recuerdos.

Un placer conocerte te dejo
mi seguimiento ya nos leemos.

Que tengas un feliz dia
besos y abrazos.

Anónimo dijo...

De Amalia habrás heredado tus ojos.

Bletisa dijo...

No, nada que ver Zú.
Mi enfancia es un pueblo de Castilla
dónde la vida sólo pasaba lentamente
dónde mi abuela era un matriarca sabia
que rezaba y callaba todas sus deventuras.

Supo hacernos felices a pesar de todo. Yo la adoraba y todavía la adoro.

Bletisa dijo...

Mi abuela Amalia llevaba luto perpetuo porque de sus trece hijos sólo le sobrevieron cinco.
¿Imaginas el dolor que eso supone para una mujer, Estrella?
Bueno pues aún así, supo hacer felices a sus nietos, quererlos con locura, ser ejemplo de fortaleza en sus actos y hasta su muerte desde sus ballísimos y serenos ojos azules.
Insisto, yo la adoraba.

Bletisa dijo...

Si Ka y tener una abuela así, con esa presencia que lo llenaba todo es algo de lo que no podrán disfrutar nuestros nietos.
tqm.
Muaccc.

Bletisa dijo...

Muy amable "lectores inquietos"
Gracias por venir.