Puede parecer inapropiado dejar un comentario en un poema tan personal como este, pero lo que acabo de escuchar me ha emocionado profundamente.Cuando la mente de mi padre se empeñaba en no reconocerme yo le cogía las manos y le decía: soy Ana, tu hija,¿ no te acuerdas?; el me miraba muy fijamente y no contestaba. Entonces yo pensaba que, aunque su mente me hubiera olvidado, su corazón sí me recordaba. Creo que los olvidados sufrimos más que ellos en su olvido. Me quedo un ratito haciéndote compañía porque la soledad en los momentos de tristeza no es buena consejera.
Lo inapropiada soy yo por colgar este poema. Tiene razón Bata cuando dice que a veces escribo a mucha temperatura y que después me arrepiento y lo borro. Tendría que haber borrado este. A mi madre antes le gustaba oirme leer en voz alta y me decía que lo hacía muy bien y esas cosas propias de las madres, ya sabes Ana. Ahora que apenas me reconoce y que me confunde con sus hermanas o con su madre pues ni siquiera sé si podrá oirlo. Es una enfermedad muy extraña y me reconoce en fotos de cuando era niña pero a veces no sabe quien soy cuando me mira y se sorprende de que la bese una desconocida. No sé si me acostumbraré algún día a mirar desde su mundo. Gracias por tu compañia.
7 comentarios:
Puede parecer inapropiado dejar un comentario en un poema tan personal como este, pero lo que acabo de escuchar me ha emocionado profundamente.Cuando la mente de mi padre se empeñaba en no reconocerme yo le cogía las manos y le decía: soy Ana, tu hija,¿ no te acuerdas?; el me miraba muy fijamente y no contestaba. Entonces yo pensaba que, aunque su mente me hubiera olvidado, su corazón sí me recordaba. Creo que los olvidados sufrimos más que ellos en su olvido.
Me quedo un ratito haciéndote compañía porque la soledad en los momentos de tristeza no es buena consejera.
Un beso grande
Ana
Un beso.
Para ambas.
Lo inapropiada soy yo por colgar este poema.
Tiene razón Bata cuando dice que a veces escribo a mucha temperatura y que después me arrepiento y lo borro.
Tendría que haber borrado este.
A mi madre antes le gustaba oirme leer en voz alta y me decía que lo hacía muy bien y esas cosas propias de las madres, ya sabes Ana.
Ahora que apenas me reconoce y que me confunde con sus hermanas o con su madre pues ni siquiera sé si podrá oirlo.
Es una enfermedad muy extraña y me reconoce en fotos de cuando era niña pero a veces no sabe quien soy cuando me mira y se sorprende de que la bese una desconocida.
No sé si me acostumbraré algún día a mirar desde su mundo.
Gracias por tu compañia.
Gracias Gato. Nos sienta muy bien tu beso.
Dos para tí y que sepas que ella adora a los gatos :)
Los buenos sentimientos nunca son inapropiados. Siempre son bienvenidos al mundo.
Otro.
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