martes, 29 de septiembre de 2009

NADA ESTABA PREVISTO




Nada estaba previsto, ni siquiera la luz.
Todo se parecía a un carrusel de feria
donde los inocentes dan vueltas y más vueltas
sin principio ni fin.

Como un par de peonzas de perfectas elipsis
girábamos sin miedo sobre nosotros mismos,
sobre puntas de plata talladas en el alma.

Montábamos caballos desbocados,
veloces hasta el punto donde amanece el miedo.
Y en la inocencia blanca, sin vértigo, inconsciente
girábamos, girábamos, girábamos.

Bletisa.

4 comentarios:

Santiago Redondo Vega dijo...

Hermosísimo Amparo. Pero esto tú ya lo sabes.

Una maldad: no te olvides la biodramina...

Un abrazo.

Jose Zúñiga dijo...

Giróvagos, hortensias... Así andamos.

Bletisa dijo...

Ya sabes tú lo que pienso de mi poesía Santiago pero esta vez tienes razón, lo es.
Otra: Prefiero marearme hasta caer redonda ;)

Bletisa dijo...

Y llueve Zú......bah. Así.