Elías es un filósfo, o eso dice él, y diez días atrás se nos escapó del manicomio y se fue a Florencia con la paga de Mayo.
"Quería experimentar el síndrome de Stendhal” me ha dicho esta mañana mirándome fijamente tras sus gafas al estilo Lennon y como esperando mi aprobación.
Se me escapaba la risa y las ganas de darle un abrazo fuerte y largo, pero en su lugar le pregunté muy seria y con cara de enfado que si lo había sentido.
-“A medias” me dijo.
-¿A medias? ¿Pero una cosa así , tan especial se puede sentir sólo a medias?
-“Si, a medias. Es que dormía en la calle porque la paga me dio para el vuelo y poco más. Apenas podía pensar”
-Estás muy delgado ¿has comido poco?
-“Sí poco, pero aquí se come todo el día, me recupero enseguida y me vuelvo”
-Del revés te voy a volver yo de la castaña que te voy a dar.
Oye ¿y cómo es que te han traído desde París en una ambulancia, que coños hacías allí?
“Fui a la Sorbona a interponer una querella y me trincaron cuando venía de vuelta”
-La madre que te….¿Tu sabes lo que cuesta una ambulancia con una enfermera desde París a Zamora?
-Unos 100 Euros por lo menos ¿no?
-¡Por lo menos! Cuando te duches me lees los poemas que has escrito en Florencia.
Elías es poeta y una de mis debilidades por razones ovbias.
4 comentarios:
Suerte tienes con Elías. Y Elías contigo.
¿Qué tendrán ciertas maravillosas vidas?
¿Qué razones le habrán hecho darse la vuelta y retrotaerse en un círculo hermético?
Excelente.
Que bonito Bleti,o por lo menos que bonito lo cuentas.
Bendito sea Elías. Es un alma bendita.
¡Y tú también por supuesto!, jajaja
BESO.
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