lunes, 15 de septiembre de 2008

Café Libertad






Como no he conseguido compañeros de viaje más lejos, he decidido que Madrid una vez más es el mejor sitio para mí.
Bueno yo ya lo sabía, siempre lo he sabido porque Madrid es un amiguete fiel que jamás deja tirado a nadie.
Llamé a Paju y a todos los locos de Santa Ana y acudieron generosísimos como siempre.
Después de cenar en El tigre nos fuimos al Café Libertad a ver que pasaba.
Cantaba un chaval joven el jueves detrás de las cortinas y había gente en la barra que soltaba su discurso como si estuviera en el patio de su casa. Me gusta la gente que ocupa todo el espacio que le ceden sin reservas.
Lo que más me gustó fue la compañía de un muchacho gay que vino a pedirme fuego y a decirme que le gustaba mi pelo rojo. Hablamos mucho rato y de muchas cosas mientras bebíamos ron con cocacola y disfrutábamos de la música y de la conversación a corazón abierto.
Madrid es como este chico, siempre abierto y sin prejuicios, libre y generoso.
Al día siguiente toda la noche en blanco.

6 comentarios:

Giovanni-Collazos dijo...

De haberme enterado que estabas en Madrid...

Hubieras avisado, Amparo. Y si estuviste en la noche en blanco, te perdiste la noche en negro.. de Batania, Ernesto Catro, Manuel Avendaña... Luis Oroz, Eduardo de la cruz, Víctor Vergara...etc y de Gio.

Un beso.

Gio.

Bismark Estrada dijo...

Es cierto Amparo...

Incluso yo estuve ahi de forma virtual, pero en la version negra d ela noche, algunos de mis versos estuvieron rondando por las calles de Madrid...

Pero que bien que te tomaste un rato de descanso y saliste a tomar nuevos aires...

Abrazos

Bismark

Bletisa dijo...

Mi noche en blanco no fu el Sábado pero me habría encantado veros. Quien me tenías que haber avisado eres tú o Luís.
Sin duda me perdí una pandilla y una noche excepcional toda negra.
en fin....otra vez será.

Bletisa dijo...

Ya, ya Ik, os creo.
Mis versillos también rodaron por ahí pero siguro que no tanto como los vuestros.
¡Que envidia!

Besos.

Anónimo dijo...

pues no se si lo malo es perder la noche blanca o la negra, pero en lo que no hay duda, que lo malo, lo triste, es perder de ver ese par de ojos.

Anónimo dijo...

¿El chavalk que cantaba no se llamaría Pablo?


Mi queridisima cuerda... Muakssssssss

Concha dixit.