Mirábamos las nubes
y el nombre de las calles.
Yo caminaba sola
contigo casi siempre a la derecha.
Jamás pude negarte, jamás.
Erguidos mis ojos te esperaban
para abarcarte entero y abrazarte.
Tres veces me miraste, ni una más.
¿Qué mierda de poema
es el que escribo?
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