Seguramente es el calor y el insomnio (que sé que que me acecha) lo que hace que vuelva aquí.
No tengo nada que decir que interese lo más mínimo a nadie.
Es un época de cambios, de crísis, de renovaciones, de rupturas. No es fácil afrontar este tipo de situaciones que te exigen un esfuerzo y una dedicación importante sin que nadie note nada.
Hay que seguir trabajando. En mi caso tengo que seguir siendo una enfermera que cuida "locos" sin que nadie note que yo también necesito que me cuiden de vez en cuando, porque yo también paso por un estado de locura transitorio (o eso espero que sea) con estas cosas tan raras.
Mientras, la vida sigue. Y sigue la muerte como siempre: Se ha muerte Vicente Martín, a quien yo tanto quería. Se ha muerto y no hay nada más que decir.
Aquí muy cerca tengo a la gente que me quiere, y que me tiene porque la quiero.
Buenas noches.